¿Ya te lo había dicho cierto?, ¿que había estado alguna vez aquí?, ¿justo en este lugar, haciendo esto...tu, yo, la inmensidad?...no sabes que decir y yo no sabría por donde comenzar.
Nos tiramos en la arena, en silencio, con la mirada perdida en cualquier estrella a punto de extinguirse, esperando, escuchando, imaginando, solo el viento ocurría, solo la fuerza de las olas en la orilla. Recordé la vez que me dijiste que deseabas estar así en silencio, conmigo, en las escaleras, tu fumando y de fondo nuestra canción. Recordé y sonreí, y justo ahí, de la nada, como si tuvieras alguna clase de poder para leer el pensamiento y sin quitar la vista de ese cielo vicioso dijiste:
-Turn the page, esa es la canción que está sonando en este momento, esta es nuestra historia, es nuestra película, aquí, ahora, no como lo imaginamos, pero casi nunca es como uno lo imagina ¿cierto?
Aparté de mi las ganas de decirte palabras hirientes, cortantes, contaminantes, llenas de pimienta y solo me limite a reírme a mis adentros y decir:
-A veces es mucho mejor.
Es cierto, no sabía por dónde comenzar, si sabía que decir, sabía exactamente que decirte, había repasado por 4 años todo lo que te diría si te volvía a ver, lo sabía, como si hubiera sido mi asignatura favorita, había memorizado cada una de la palabras, pero ¿de qué me servía en ese momento?.
Le hubiera dado mi vida a Dios por un momento así, lo había esperado sin esperar, lo había querido sin querer, y el silencio otra vez se apodero de la noche, de nosotros, dando paso a una maldita lágrima que rodó por mi rostro y sin que te dieras cuenta se evaporo como si alguien la hubiera quitado de allí, como si mi orgullo e impotencia se hubieran hecho amigas del viento.
Estaba ahogada en el lodo de mis pensamientos egoístas cuando te pusiste en pie y empezaste a quitarte la ropa, (pensé: ¿qué rayos...?), quedaste en tus bóxers de..¿Bob Esponja? y no pude evitar reírme, reírme de verdad, con ganas, como si nos conociéramos desde pequeños y estuviéramos acostumbrados a hacer tonterías como estas. Me dijiste:
-¿Que esperabas? ¡Amo a Bob Esponja!
-Bueno, al menos una cosa no ha cambiado-dije-
-Necesito ver a Dios un rato, ¿vienes conmigo o te quedas? -preguntaste-
¿Qué le dices a una persona que dice eso?, es decir; ¿qué haces?, digo no es cualquier persona, ¡es él!, ¡mi elephancio! Acomodé mis pensamientos otra vez y dije:
-Yo lo veo todos los días, gracias- y aparte la mirada para tratar de reprimir los vestigios de risa que quedaban en mi. Pude sentir tu mirada sobre mí por segundos, lo suficientemente largos como para darme cuenta-
-Ya vengo, solo le tengo una pregunta, no creo que le tome mucho tiempo responderla -y corriste en dirección al mar-
Debo decir que ver tu flaco trasero con la cara de Bob Esponja alejarse era lo más bello que había visto hasta ese momento ¿qué puedo decir? el amor viene con efectos secundarios, entre ellos: la pérdida de algunos sentidos.
Eran más de las 7 y tú estabas metido en el mar, sin ropa y... ¿Ya dije que era de noche?,...te sumergiste en el mar y desapareciste por un momento, al ver tu rostro de nuevo deje escapar un suspiro de alivio...más que de alivio por saber que no te habías sumergido para siempre, era alivio por saberme sin tu presencia con la que tanto luchaba desde que nos encontramos.
Me quedé acostada allí, como esperando por algo, aunque nunca supe qué. El cielo parecía como dibujado por alguien que odiara las estrellas, tan vacío, tan oscuro, pero aún así había una luz sobre nosotros, ese alguien al parecer quería que pudiéramos vernos el rostro esa noche. Cerré mis ojos con fuerza, como queriendo por un momento que todo fuera un sueño pero ni yo me lo creía, adoraba ese momento, lo adoraba con rabia.
Agotada y al extremo de perder la cordura no tuve más opción que quitarme lo que en mi cuerpo hacía peso y correr hacia ti, estabas a pocos metros pero el agua del mar me supo a eternidad, a pesar de saber nadar sentí que me hundía, pero me agarraste de las manos y de repente nos encontrábamos cara a cara, me hablabas con la mirada pero no quise escucharte, no quería hacerlo, solo quería recordar alguno de los momentos fabulosos que vivimos pero fue imposible, mi mente estaba en blanco, completamente en blanco. Y justo cuando decidiste hablar, cuando salieron las palabras que siempre desee escuchar pero que en ese momento no tuvieron sentido alguno para mí, solo pude... ¡GRITAR!
Grité como si quisiera que el mismo Dios bajara del cielo, como para que me escucharan al otro lado del mundo, grité y de mi salió una risa tan dura, que hizo que me doliera el estómago, que me hizo sentir enferma, como si cada vena de mi cuerpo estuviera consciente del dolor que me producía el estar contigo.
Y entonces sucedió... rodaron lágrimas por tu rostro, aunque estabas mojado y helado supe exactamente que eran lágrimas cuando acerque mis manos para tocarlas, tenía que sentirlas, era hermoso verte así, se sentían cálidas, verdaderas, llenas de cosas sin decir.
Me abrazaste con fuerza, con tanta que no pude evitar quedarme sin aire, pero a pesar de mis brazos no corresponderte, deseaba tanto que no me soltaras, y volviste a decirlo:
-Lo siento.
-¿Que sientes?-pregunte-
(silencio...)
-Lo siento tanto, no espero que me perdones, no debes, no quiero que me perdones, solo... ¡perdóname!
Sentía tu corazón latir con tanta rapidez que por un momento pensé que era el que me hablaba. No estaba segura de que hacer, pero mi cuerpo lo supo antes que mi mente pudiera empezar una nueva discusión. Ahora era yo quien te abrazaba con fuerza, y otra vez el silencio, quien pareció fundirse con las tranquilas olas que nos hacían flotar y empujaban suavemente a la orilla.
Se podía sentir en el aire el perdón, se podía saborear en el tacto, siempre me gusto que "el nosotros" fuéramos de esas personas que no necesitan decir más de lo esperado. Era algo casi hasta mecánico, genialmente extraño. Estaba harta de estar molesta, cansada de pelear con Dios por tu culpa, de tratar de entender sin tu ayuda, de vivir imaginando que te pateaba el trasero literalmente. Solo...me harté ¿sabes?, y tú lo supiste enseguida porque al contacto de tus manos con la arena para levantarnos, me dijiste las que siempre eran palabras mágicas para mí:
-¿Turn the page?
Te mire al punto de querer jalarte las orejas...
-Cállate, y solo invítame un café Bobo G.
C@rit0.
4 comentarios:
...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
CAROLINE
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE STAR WARS, CARROS DE FUEGO, MEMORIAS DE AFRICA , CHAPLIN MONOCULO NOMBRE DE LA ROSA, ALBATROS GLADIATOR, ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER ,CHOCOLATE Y CREPUSCULO 1 Y2.
José
Ramón...
he creado un blog, asi que se puede decir q soy nueva en esto..y he estado esta tarde mirando blogs al azar para entretenerme y eso y te felicito porque el tuyo es el ke mas me ha gustado.. gracias por compartir tus cosas)
mira te dejo el mio por si quieres leer lopoco ke llevo escrito.
muchos saludosss
mellamanlaura.blogpot.com
waooo...gracias sua eso significa mucho la verdad, porque hay muchos buenos, yo tambien soy algo nueva espero puedas seguir escribiendo mas y seguir compartiendo escritos!! un beso!
Gracias Jose Ramon!! <3
Publicar un comentario